APIC ALTERNATIVA - LA DECANA
Agencia de Periodismo Independiente Continental
domingo, septiembre 05, 2010
CUANDO LA IGLESIA GUARDÓ SILENCIO
Cuando se pierde la dinamicidad ante los problemas y se ve como nacen y se crian actitudes negativas que impiden el fin úlimo de la justicia,sin que se haga nada para impedirlo,se está contribuyendo a que el juicio de la história caiga sobre los hombres y los pueblos.
Muchos males pueden evitarse a tiempo, con solo un acto de virilidad y de decoro.El pronunciarse ante lo mal hecho,el ser combativo aún contra la corriente,y a costa de ser visto como reaccionario y disconforme,redundará a la postre, en beneficio de cualquier proyecto político que aspire a perpetuarse en cualquier sociedad.
Los pueblos y sus intituciones no pueden olvidar jamás, que el derecho a su opinión es irrenunciable, que el silencio complice desdice del sentido de hombridad del ser humano y más si éste cree haber alcanzado un grado de conciencia superior al resto de los mortales.
Muchos males dejarian de serlo si,a tiempo se hubiera denunciado ante las instancias correspondientes,y no se hubiese confundido el temor con la prudencia o la precaución.
El pecado mayor ha de recaer en aquellas intituciones, que teniendo el deber de avisorar el mal y de denunciarlo,guardaron silecio complice y, a la hora de la MEA CULPA,siguen agazapado escondidos en su cobardía,ignorando voluntariamente que de haber dicho la palabra oportuna, los males no hubieran llegado hasta donde llegaron.
Si la historia ciertamente juzga,si el tiempo se encarga de sacar a la luz los hechos más escondidos, y si de veraz,la justicia triunfa sobre lo mal hecho,entonces muy bien vale la pena el ser un profeta en una situación adversa y contraria a los altos ideales de la igualdad de derechos y el disfrute pleno de las libertades consustanciales al ser humano.
fué triste en aquellos tiempos,ver como los que tenian el deber de denunciar lo mal hecho guardaron silencio,con esa actitud, no hicieron lo qu eera su deber hacer, es decir,levantar su voz de condena ante aquella dispocisión de llevar los semjantes a campos de trabajo,solo por ser de una manera de ser o por tener ideas no reconocidas oficialmente.
Los homosesuales, que yo conozca, no estaban organizados en alguna asociación que les respadaran, pero los cristianos si las tenian, pero ellas guardaron silencio en tiempos de que se hacian necesario hablar la palabra profética y liberadora.Todos callaron y aún lo hacen despues del Mea culpa, que enngrandece a un hombre ante la historia.
REv Leonides Penton Amador
domingo, 5 de septiembre de 2010
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