Gracia a Dios porque que hay un antes y un despues.He aqui una persona de la tercera edad, que mal descansa en un camastro con un carton como colchon.Enferma y desvalida y casi sin esperanza en un futuro mejor.Gracias a Dios para ella hubo un alivio como veremos en el transcurso de esta relacion de nuestro viaje a Nicaragua.
Ademas , lo mas importante de todo, fue que en servicio de predicacion que hubo de efectuarse esa noche en la calle y frente a su casa solicitado por ella,fue impactada por el mensaje del hermano Alfredo Acebey, y dio el paso de fe aceptando a Jesucristo como su personal salavador.!A Dios sea dada toda la gloria!
miércoles, 5 de marzo de 2008
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