lunes, 15 de septiembre de 2008

LA MANO AMIGA INTERNACIONAL INC Y LA ASOCIACION BAUTISTA DE TAMPA BAY SE SOLIDARIZA CON LAS PERSOASN QUE HAN PERDIDO TODO POR EFECTOS DEL HURACAN

From: Iglesia Bautista BETEL de Vueltas> > Date: 2008/9/11> Subject: Día 172, a?o de oración por Cuba> To: Undisclosed-Recipient> > > DICHOSOS LOS QUE LLORAN> > > > Ayer regrese a casa sobre las 6 de la tarde. Al llegar> abrace a mi esposa> y sin poderlo evitar me puse a llorar?> > En la ma?ana había salido con un grupo de hermanos a> visitar los miembros> de nuestra iglesia que habían perdido el techo de sus> casas. Empezamos por> la casa de Felicia, la encontramos aturdida, junto a su> hija de 10 a?os,> toda su casa mojada, las camas, sus rústicos muebles,?> todo destilaba agua.> Sus ojos estaban rojos, sabia que había estado llorando.> Su esposo estaba> para el campo, había ido a saber de su mama, pues no> tenía noticias de> ella.> > Luego llegamos a casa de Carmen, el esposo recogía por el> patio algunos> pedazos de cartón para "remendar el techo". Ella> cuando nos vio, nos> abrazó, no podía hablar, por sus ojos corrían lagrimas?> durante un minuto> nadie pronuncio palabras, finalmente pudimos orar y nos> marchamos> cabizbajos, en silencio...> > Por el camino nadie hablaba, llegamos a la casa de> Mercedes, ella vive en> un caserón de más de 100 a?os, junto a otras tres> familias. La casa> peligrosamente se había abierto, con peligro de derrumbe.> Algunos de los> hermanos que nos acompa?aban temían pasar por el umbral de> la puerta, que> ya ni aun se podía cerrar por la inclinación que tiene.> Entramos, los> muebles apilados, el agua goteando sin parar. Al fondo de> la casa,> encontramos un rincón menos amenazante que el resto de la> vivienda y allí> conversamos. Mercedes lloró en silencio. No tiene a donde> ir, su casa, como> muchas otras no clasifica entre las más afectadas, nuestro> municipio> tampoco esta dentro de los más críticos del país. Ella> sabe que hay 150 mil> viviendas en la nación que hay que reparar antes. Luego> ?Cuántas miles más> estarán como la suya? ?Podrá haber alguna salida a corto> plazo para esta> cubana?> > Faltaría espacio para hablar de Sarai, una mujer enferma,> que vive sola con> un hijo de 13 a?os y que perdió el techo; Faustino, un> minusválido, que> está evacuado pues su casa se cayo; Silvano, con su> colchón al sol,> cocinando con le?a junto a otros vecinos;?> > > > Mi esposa, trato de sacarme de mi depresión, mandándome a> ba?ar, antes que> desaparecieran los últimos rayos de luz solar,> recordándome que nos> esperaba una larga noche sin corriente eléctrica. Según> se dio a conocer> después por la radio, esa noche en toda Cuba, no hubo luz> eléctrica.> > > > Me esperaba una noche incómoda. El calor y los mosquitos,> no dejaban> conciliar el sue?o. En el silencio de la noche, mis ojos> siguieron> llorando. Las imágenes de mi país y el rostro de muchas> personas empezaron> a rodar por mi mente?Llore mientras recordaba el relato de> los líderes de> nuestra obra en su recorrido por La Isla y la provincia de> Pinar del Río.> Llore por todo el desastre que a través de la radio y la> televisión he> podido ver y escuchar.> > Llore al ver a los líderes de la nación dando palabras de> aliento, animando> a los afligidos, dando esperanzas de recuperación, sin> tener en sus manos> los recursos para resolver tan gran desastre.> > Llore por mi incapacidad para ayudar a tantos hermanos que> lo han perdido> todo.> > Quise comprar alimentos para llevar a mis hermanos de otras> provincias,> pero no lo encontré en ningún lugar. Quise al menos> visitarlos aunque no> les pueda llevar nada; pero el combustible para mover el> transporte subió> tanto, que es prácticamente imposible de comprar. No hay> puntillas, no hay> madera, no hay tejas de fibrocemento o de zinc, no hay> ningún> abastecimiento en las tiendas donde podamos comprar algo> para ayudar a> nuestros hermanos a reparar sus viviendas?Lloro por mi> incapacidad para> poder ayudar a mi comunidad de fe, mis hermanos en Cristo,> la gente que> Dios me dio para pastorear.> > En medio de mi desesperación vino a mi mente un texto en> Mateo 5.4: "> Bienaventurados los que lloran, porque recibirán> consolación."> > A propósito recordé esta preciosa lectura devocional del> libro> deChristopher Shaw: "Alza Tus Ojo", con la que> termino este comentario:> > "Dios en su misericordia, permite que derramemos> lágrimas por nuestra> situación, porque las lágrimas son el principio de la> sanidad.> > Esta verdad es contraria a muchas de las ense?anzas que nos> transmite> nuestra cultura. La ausencia de lágrimas, no obstante,> denota una extra?a> dureza de corazón, producto de una falta de contacto con> nuestra vida> emocional. Quien no llora, aprendió en algún momento de> su vida, que las> lágrimas solamente le traían problemas. En su deseo de> evitar estas> dificultades, reprimió un aspecto de su personalidad que> es tan natural y> necesario como alimentarse.> > David, uno de los hombres más genuinamente espirituales en> la Biblia,> frecuentemente derramó lágrimas. En el Salmo 6 confesó> que había regado su> cama con sus lágrimas. En el Salmo 42 declaró que sus> lágrimas habían sido> su pan de día y de noche. Cristo lloró en más de una> oportunidad por cosas> que nosotros ni siquiera entendemos. Pedro lloró> desconsoladamente luego de> negar a su Se?or. Los hermanos de Éfeso lloraron> intensamente cuando Pablo> les dijo que ya no los volvería a ver. Todo esto indica> una manera natural> de expresar tristeza y abrir las puertas al obrar de Dios.> > Es precisamente a esto que Cristo apunta cuando declara que> los que lloran> son bienaventurados. Sus lágrimas no los dejarán vacíos> y solos. El llanto> de origen espiritual no produce desconsuelo "La> tristeza que proviene de> Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación,> de la cual no hay> que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo> produce la muerte."> (2 Co 7.10). Junto al llanto vendrá la mano tierna de> Dios, que consuela a> los afligidos y seca sus lágrimas, pues él es un Dios que> ?sana a los> quebrantados de corazón y venda sus heridas? (Sal 147.3).> Quien ha> experimentado este consuelo sabe que luego del llanto uno> se siente> purificado y refrescado, como la tierra sobre la cual ha> caído la lluvia.> > En ocasiones, estas experiencias que nos hacen llorar,> forman parte de la> acción del Espíritu por la cual logramos descubrir> nuestra verdadera> condición humana. Quedan al desnudo todas las posturas y> actitudes que en> algún momento nos llevaron a pensar que éramos algo.> Nuestra penuria se> torna dolorosamente evidente y nos quebrantamos> internamente por esta> realidad tan radicalmente opuesta a la que creíamos> poseer.> > No es ninguna vergüenza llorar por la acción del> Espíritu en nuestras> vidas. ?Benditas lágrimas celestiales!> > Ay de los que nunca lloran, porque la tristeza y la> angustia les acecharán> toda la vida.> > > > Si alguien en algún momento considero inoportuno unirse a> la campa?a "50> Días de Oración por Cuba", hoy día 172, después> del inicio de la campa?a,> creo que todos coincidan en lo necesario de orar por> nuestra nación.> > ?Seguimos orando por Cuba!> > > > José Enrique Pérez, promotor de oración. ____________________________________________________________________________________Yahoo! MTV Blog & Rock >¡Cuéntanos tu historia, inspira una canción y gánate un viaje a los Premios MTV! 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