PERSEVERANCIA
En el libro de Génesis, capitulo 26, se nos narra una historia muy hermosa:
Cuenta el relato que Dios bendijo a Isaac mucho. Aquel año, sus cosechas rindieron a 100 x 1. Imaginen, por cada libra de frijol sembrada, recoger cien; por cada libra de arroz tirada al surco, cosechar cien. Eso llevo a Isaac a acumular riquezas hasta llegar a ser muy rico. Se imaginan; una libra de arroz se vende a $3.50 (antes de Ike). El le daba a la tierra $3.50 y la tierra le devolvía $350.00.
Lamentablemente, el bien de algunos despierta la envidia de otros. Así lo confirma el autor de Eclesiastés: “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo”. (Ec 4.4). Los filisteos se llenaron de envidia, pues le molestaba que Isaac, alcanzara éxito, tuviera buenas cosechas, mucho ganado, muchos siervos,… Entonces decidieron cegar todos los pozos de agua que el padre de Isaac había cavado. Luego sugirieron al bueno de Isaac que se fuera a otra región, pues se estaba haciendo “más poderoso que ellos”. Las riquezas no habían sembrado en Isaac el orgullo, y humildemente, tomo lo suyo y se fue a otro lugar; ¡a empezar de nuevo! Nos recuerda esta actitud, la enseñanza de Jesús, mucho tiempo después: “No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda”. (Mt 5.39-42)
Al llegar a Guerar, Isaac volvió a abrir los pozos que los filisteos habían sellado después de la muerte de su padre. El le puso los mismos nombres que antes, su padre les había dado. La incansable gestión de Isaac, lo llevo a cavar nuevos pozos. Dice el relato que cavo en el valle y encontró un pozo con un manantial delicioso. Por causa de este pozo, los pastores de Guerar y los pastores de Isaac, riñeron, por lo que aquel pozo se le dio el nombre de “Pleito”.
Isaac, dejo el pozo del Pleito y fue a cavar otro. El nuevo pozo, también trajo problemas, a este Isaac nombro: “Enemistad”. Lo dejo también y se fue de allí, sin perder la paciencia, sin perder el ánimo, sin perder la esperanza y cavo otro pozo. Esta vez no hubo ninguna disputa. A este lo llamo “Espacios Libres” y dijo: «El Señor nos ha dado espacio para que prosperemos en esta región.»
Esa noche, Dios se le apareció y le recordó una promesa que le había hecho anteriormente a su padre: «Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, que yo estoy contigo. Por amor a mi siervo Abraham, te bendeciré y multiplicaré tu descendencia.» Gn 26.24
Hasta aquí la historia.
Permítanme ahora una moraleja para este tiempo de desastre nacional:
Como Isaac, no te desanimes. Si algo se llevó el ciclón, vuelve a “cavar”. No temas si tienes que hacerlo una y otra vez más. ¡No te desanimes si tienes que empezar de nuevo! Un día cavaras en “Espacios Libres” y Dios te hará prosperar en esa región. La promesa que Dios le recordó a Isaac aquella noche en Beersheva, también es para ti: “Pero tan cierto como que Dios es fiel, el mensaje que les hemos dirigido no es «sí» y «no». Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, a quien Silvano, Timoteo y yo predicamos entre ustedes, no fue «sí» y «no»; en él siempre ha sido «sí». Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios.” 2 Co 1.18-20.
Seguimos orando para que la Bendición de Dios, llene nuestra patria. Como no hay nada mejor para Cuba que Jesucristo, no descansaremos hasta que veamos a toda nuestra tierra rendida a Sus pies.
¡No te canses de orar por Cuba!
¡Que las promesas de Dios sean “sí” para Cuba!
José Enrique Pérez
Promotor de Oración. Día 181, año de oración por Cuba.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario